Libertad, Autoridad y la Iglesia
por Jay Gallimore Presidente de la Conferencia de Michagan traducción Sergio Salido
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Durante la Edad Media, papas y reyes extinguieron las vidas de millones por seguir lo que su conciencia les dictaba. En tiempos mas recientes, dictadores fascistas y comunistas agregaron mas a la inimaginable carnicería de personas. Hoy, la libertad y paz de millones alrededor del mundo continua siendo amenazada por estos poderes altamente organizados.
En el oeste, donde la libertad a sido comprada a un costo muy alto, es entendible porque la autoridad es tratada con mucha sospecha. Aun así, ninguna sociedad puede sobrevivir sin organización. Y la organización no puede sobrevivir sin la autoridad. El Dios de la creación es un Dios de orden por una razón. La vida no puede existir sin ella. Es por eso que las leyes la protege.
Saliendo de las edades oscuras, el Protestantismo introdujo un nuevo concepto. Era la noción de una forma de gobierno representativo que operara a través de una autoridad debidamente constituida. La Declaración de la Independencia reflejaba este entendimiento declarando que todos son creados iguales con ciertos derechos inamovibles. La Constitución de los Estados Unidos de la a la nación su autoridad. Nosotros la llamamos “autoridad debidamente constituida”.
Nuestros derechos nunca fueron concebidos para ser una licencia para hacer lo que nos plazca. Mientras que se esperaba que la ley defendiera la libertad de expresión, religión, y de congregarse también se esperaba que protegiera a la gente de la gente. El gobierno tendría autoridad constituida para hacer cumplir leyes que prevenga el asesinato, robo y ect.
Debajo de esa sombrilla de autoridad y protección las iglesias podrían existir. Algunas iglesias no eran organizadas sobre la “autoridad constituida” sino sobre “poder real (Igual al de un rey)”. Aun así, tenían el derecho de existir mientras que no forzaran sus puntos de vistas sobre otras organizaciones o sobre el gobierno mismo.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día vino en existencia en 1863, tan solo 36 años después de la ultima víctima de la inquisición Española. Juntos con muchos Americanos, los Adventistas eran sospechosos del “poder real”. Tanto, que no estaban seguros de si formarían una organización en si. Así que hizo falta que el Señor, a través del liderazgo del regalo profético, convenciera a los lideres y miembros que una organización era necesaria. Así que hoy, los Adventistas tienen una organización que es construida sobre la autoridad debidamente constituida. Abarca el mundo a través de una forma representativa de gobierno de la iglesia.
Algunos podrían preguntar, como se relaciona la libertad de religión en todo esto? El principio de la libertad de religión permite que las personas ejerzan esa libertad como individuos o en grupos organizados. Grupos organizados es el derecho de asociación. Uno tiene el derecho de pertenecer o no a una iglesia. Pero una denominación también tiene el derecho, no solamente de excluir aquellos que no comparten su fe o practica.
Como una iglesia expresa o aplica esta autoridad es determinada por la forma en que se gobierna. La ultima palabra para los Católicos es el Papa. Para los Baptistas, la iglesia local. Para los Adventistas es la Conferencia General o CG en sesión con sus delegados elegidos desde el mundo entero.
Construida sobre el principio Protestante, la CG en sesión es una autoridad debidamente constituida para la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Bajo esa sombrilla, las uniones (uniones de conferencias), conferencias (uniones de iglesias), iglesias (uniones de miembros) ejercen autoridad eclesiástica. Pero estas entidades de la CG no tienen autoridad para operar contrariamente a la autoridad debidamente constituida de la CG en sesión.
Se da por entendido que las iglesias esperan, entre otras cosas, que los delegados de una sesión de la CG resuelvan los temas en disputa como lo hicieron en Hechos capitulo 15. Esta comunidad de fe reconoce que Jesús mismo es el real líder de Su iglesia, y que expresa Su voluntad por medio de la Biblia y el Espíritu de Profecía.
Mientras que nada es perfecto en un mundo pecaminoso esta organización liderada por Dios ha hecho de la Iglesia Adventista del Séptimo Día una verdadera maravilla de la iglesia mundial. Debemos entender que la forma de gobierno congregacional, moldeada por nuestros amigos Baptistas, no puede ser una verdadera iglesia mundial debido a que las iglesias individuales e instituciones no tienen responsabilidad alguna entre si. Un nombre en común no produce unidad. El sistema Papal con su Papa totalitaria, ciertamente tiene a quien le deben rendir cuentas y unidad alrededor del mundo. Pero este sistema de gobernar la iglesia nunca pasaría la prueba de las Escrituras.
La clave de nuestra unidad es que los miembros, iglesias, e instituciones tengan que rendir cuentas a las demás, Si la CG, a través de las pólizas votadas, no tiene la autoridad debidamente constituida sobre sus uniones, conferencias, iglesias y miembros, entonces ya no somos una iglesia mundial. Si las 139 uniones, como algunas están sugiriendo, son las entidades que determinan las practicas de la iglesia, entonces tenemos 139 iglesias con la CG como un foro para el dialogo.
Si tal camino se tomaría en abandonar la autoridad debidamente constituida de la CG en favor de las uniones, que impediría que las conferencias o iglesias locales no hicieran lo mismo? Rápidamente nos encontraríamos en cientos de fragmentos rotos. Nuestra organización mundial es lo que le da poder y vida a la misión global del remanente de Apocalipsis 14.
En una visión correcta de la libertad religiosa, una organización como la nuestra es dependiente en la cooperación voluntaria. Y nadie lo quería de ninguna otra manera. El hecho permanece que como Adventistas cooperamos y trabajamos juntos porque elegimos hacerlo. Pero la iglesia tiene un proceso para el cambio? Si! Y tales pedidos para cambio deben ser hecho a través del proceso de la autoridad debidamente constituida. Parte de ese proceso es probar tales pedidos con las Escrituras y el Espíritu de Profecía. El proceso funciona, y esa es la razón por la cual siempre se producen cambios en cada sesión de la CG al manual de iglesia.
Pero, y si el proceso de la autoridad debidamente constituida rechaza tal pedido para cambio? Y que si los miembros, iglesias o instituciones cambian su parecer y se rehúsan cooperar o rendir cuentas a la iglesia entera en si? Y si no están dispuestos a poner sus practicas en conformidad con el resto de la iglesia mundial? Como hermanos y hermanas en Cristo, debemos ejercer amor hacia ese miembro o institución errante y ejercer lo que llamamos disciplina redentora. De acuerdo con Jesús, esta practica es para restaurar la unida del errante usando la paciencia, conversación, y perdón pero no a través de la indulgencia.
Sentimentalismo no es amor. El principio de amor no permite que los miembros o las instituciones que se han desviado desestabilicen o derrumben la organización. Opiniones privadas son una cosa. Pero si las practicas no son traídas en armonía y conformidad y siguen desafiantes, entonces la organización tiene el derecho de pedirle a cada uno que siga por separado el camino que ha elegido. Ninguna iglesia o organización puede permitir que se desestabilice y aun espere sobrevivir.
Hay una razón por la cual hubo una guerra en el cielo. El principio de desinterés propio no podía abrazar el concepto del egoísmo. No era que Dios no fuera amoroso y arbitrario. Era que la vida no podía sostenerse en un ambiente egoísta. Lucifer uso su posición de responsabilidad para fomentar una crisis en cuanto al principio del amor sacrificado que sirve como fundamento del gobierno de Dios. Su desconformidad y alteración no podían ser tolerados en el cielo. De haberlo hecho hubiera sido permitir que el caos gobernara el universo. Aunque Satanás fue expulsado del cielo, Dios le permitió la libertad para que tentara al resto del universo con su idea egoísta. Este mundo cayo ante sus encantos del así llamada libertad.
Los métodos que Satanás uso en el cielo, usa también en mayor o menor cantidad aquí en la tierra. Sus tentaciones encantadoras son siempre disfrazadas como argumentos “morales” de libertad. Por supuesto que las leyes de la autoridad debidamente constituidas en el cielo sirve su máximo propósito en proveer libertad para todos. Pero Satanás no tiene intenciones de afirmar eso.
El caos destruye la vida. Jesús fue a la cruz porque la vida y comunidad del Cielo requería que si rindiera cuenta tal como nuestras comunidades aquí. El no podía simplemente perdonar a los pecadores sin rendir cuentas al resto del universo. Así que cuando los pecadores violan los principios de la vida deben rendir cuentas también. Pero los pecadores no pueden pagar el precio y aun seguir vivos. Así que en su amor desinteresado, Jesús pago el precio El mismo.
Ahora cuando Dios nos da gracia, nadie en el Cielo puede decir, “La ley de vida no existe porque Dios no la implemento.” Rendir cuenta el uno al otro es lo que le da a la comunidad del cielo la vida y libertad. Y lo que mas duele es que la armonía solo podrá ser restaurada cuando los pecadores obstinados sean removidos y así asegurar la vida.
Entonces, en la iglesia hacemos que todos tengan que rendir cuentas — no para ser malos o arbitrarios — pero porque valoramos nuestro amor y libertad desinteresado. Como una comunidad religiosa debemos imitar los principios del Cielo tal cual se nos enseña en las Escrituras. No podemos hacer eso sin primero no rendimos cuenta a Jesús ante todo y hacia cada uno de nosotros.